18.8.16

25 de diciembre

He decidido no volver acostarme con María nunca más, sin embargo las fiestas navideñas, la agitación que se percibe en la gente que camina por las calles del centro, los planes de la pobre Rosario (dispuesta a pasar el año nuevo en una sala de fiestas, conmigo, por supuesto, y bailando), no hacen si no renovar mis ganas de ver a María, de desnudarla, de sentir sus piernas otra vez sobre mi espalda, de golpear (si así ella lo demandara) sus nalgas respingonas y perfectas.


Roberto Bolaño / Los detectives salvajes (1998) / Extracto