13.1.09

Retrato

Siempre me pareció que el aroma de las casas donde vive gente mayor
era un tanto extraño, cuando era pequeño sentía cierto desagrado
por las cosas antiguas.
Entrar a la habitación de Friedrich,me parecía por poco, surrealista...
en exposición directa a las imágenes de cada adorno mítico
de cada detalle envejecido, en atención a cada objeto
que suponian infinitas supercherías
(Desde una eterna colección de banderines de fútbol,
hasta un ostentoso buda de yeso, sentado sobre una montaña
de monedas de todos los tipos imaginables).


Sobre la cama, en el centro de la habitación se podía ver colgado el "chiche central"
una enorme fotografía enmarcada de la que fue durante 42 años su mujer,
retratada con unos tiernos 25 años.Le había fotografiado el mismo, en intimas prendas.
Hago una mueca de risa cuando pienso que hoy este mismo lugar al crecer, me iba a parecer un lugar excelente.
Volviendo al asunto de los aromas, ahora entiendo que el olor a viejo
se parece al "hábito"al contrario del olor a nuevo, que es peculiar
lógicamente... "poco habitual".


El viejo Friedrich estaba lúcido aún cuando tuve valor para preguntarle
el motivo de la foto. Me miró cerrando fuerte un ojo y dijo textualmente:

"Mire mijito, yo a ella la tuve y fue mi mujer, y la tengo ahí por que. (...)
sabe una cosa mijito?, yo no creo en la propiedad privada, y soy hombre de poca fe
pero cuando la miro ahí tan linda a ella (...) siento que la sugestión existe.

A modo de nota. Manfred Friedrich decía de si mismo, que era un viejo cafiche,
machista, mala gente, totalmente ateo, y un poco "nazi".

1 Comments:

Blogger Dany said...

dios me conto un chiste,...

te lo contaria..pero me dijo que era un secreto divino!

cuidate.
=)

5:09 p.m.  

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